2.1. Concepto de evaluación.
Uno
de los padres de la evaluación desde el punto de vista científico e R.W Tyler,
que pretendiendo examinar la efectividad de ciertos currículum innovadores y
las estrategias para su desarrollo, lo que pretende conocer es “en qué medida
son alcanzados los objetos educativos diseñados”. Y de sus planteamientos se
derivan algunos matices que comienza a formar parte del concepto de evaluación
como que: 1) la evaluación es un proceso; 2) Evaluar no es solo medir sino
también evaluar la información recogida; 3) Los objetivos son un criterio de
referencia para evaluar.
Más
tarde Cronbahc rechazo el planteamiento tyleriano de los objetivos previamente
establecidos, coloca como punto de partida de la evaluación el tipo de
decisiones a la que la evaluación pretende servir y la define como “el proceso
de recopilación y utilización de la información para tomar decisiones”.
Después
encontramos también la definición de Scriven (1962), que la describe como
“proceso por el que se determina el merito o el valor de alguna cosa”,
retirando el valor prioritario de las decisiones pero aporta conceptos
interesantes como la evaluación formativa y evaluación sumativa.
Marge
(1962) la define como el “acto de comparar una medida con un estándar y emitir
un juicio basado en la comparación”.
Es
muy conocida la definición de Tenbrick (1984) “proceso de obtener información y
usarla para formar juicios que ha su vez se utilizarán en la toma de decisiones”.
Posteriormente
encontraremos la definición más cercana a la actual, la propuesta por Stufflebeam (1987), el cual
define la evaluación como el proceso de delinear, obtener y proveer información
útil para juzgar entre alternativas su decisión.
Dicho
todo esto actualmente debemos entender la evaluación no solo como la valoración
de los conocimientos adquiridos por los alumnos al finalizar un proceso de
enseñanza/aprendizaje sino también como la posibilidad de mejora del proceso empleado por el profesor.
El objetivo final del proceso evaluador, para Gómez (1999), es el de emitir
juicios que ayuden a la toma de decisiones.
2.2 Características de la evaluación
educativa.
Todos
los principios y criterios que mejoran la evaluación deben dirigirse a mejorar
los procesos de enseñanza-aprendizaje. Desde una perspectiva muy consensuada en
el mundo educativo, la evaluación ha de ser continua, global e integradora y al mismo tiempo debe
constituir un instrumento de acción pedagógica que contribuyan a la mejora de
todo el proceso educativo de los alumnos.
Para
que una evaluación resulte útil en una sociedad participativa, debe plantearse
de tal modo que sea (Álvarez y López, 1999):
· - Cooperativa. Todos los que forman parte del sistema
educativo tienen que prestar colaboración.
· - Integrada.
Para que nos se dispersen esfuerzos ni objeticos, todos los responsables del
centro realizarán una integración de la tarea.
· - Flexible.
Se planteara de forma abierta a los cambios, para poder responder a las nuevas
exigencias de los alumnos y de la sociedad.
· - Permanente.
Todos los participantes en el proceso educativo deben realizar esfuerzos
constantes de actualización teórica y práctica.
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