Hasta
mediados de los setenta casi todos los instrumentos de medida y evaluación que
encontramos están orientados hacia la evaluación del aprendizaje de los
alumnos. Pero con el paso de los años los instrumentos de evaluación se
orientaron hacia otros elementos escolares y con ello apareció la idea de que
todos los factores que componen el currículum son objeto de evaluación.
Los
elementos que se evalúan son el personal docente y no docente, los recursos, el
currículum, los programas y planes, las estrategias metodológicas, los
proyectos, las instituciones de formación, además de los alumnos.
Debido
a que existen muchos objetos de evaluación se han desarrollado instrumentos de
medida y evaluación específicos para cada objeto.
En
este tema nos centraremos en describir algunos agentes de evaluación como el
alumnado profesores, centros y currículum.
En
primer lugar podemos definir la evaluación del alumno como el proceso en el que
se recoge información, acerca de su evolución, progreso e incidencias,
atendiendo a unos criterios educativos, sobre los procesos de
enseñanza-aprendizaje para conocer, interpretar y valorar procesos y
resultados. Teniendo a la vez una base sobre la que tomar decisiones
posteriores. Además debe de ser un entorno relajado en el que se pueda
dialogar, debatir e integrar acerca de realidades educativas.
La
evaluación se limita a controlar los conocimientos adquiridos mediante diversas
pruebas desarrolladas por el centro que les permite conocer el grado de
comprensión de las materias. Aunque hay veces en las que el evaluador puede
encontrarse con algunas dificultades que impiden una reflexión más profunda
sobre los resultados como: pocas horas de enseñanza con los alumnos, falta de
motivación del profesorado, falta de instrumentos de evaluación, pensamiento de
pérdida de tiempo de los alumnos al realizar los instrumentos de evaluación,
etc.
6.2 Profesores
La
evaluación del profesorado es uno de los factores decisivos en los procesos de
enseñanza-aprendizaje e incluso un papel importante en la calidad educativa
presente en los centros.
Aunque
el interés por hacer estos tipos de evaluación sea para mejorar el proceso de
enseñanza-aprendizaje y en definitiva, mejorar la calidad del sistema
educativo, los profesionales de la educación no lo han aceptado correctamente.
Dado que las prácticas evaluativas tradicionales sólo han servido como
mecanismos de control y no han fomentado la mejora educativa. Por lo que hemos
mencionado anteriormente es conveniente que los docentes evaluados la
consideren interesante como forma de autoevaluación y de esa forma mejorar su
quehacer profesional.
6.3 Centros
El
tema de la evaluación de centros es muy compleja por la variedad de dimensiones
que engloba y el conjunto de obligaciones impuestas por agentes sociales que
hacen complicado diferenciar entre lo que es más o menos prioritario entre sus
atribuciones.
Por
esta razón habría que a la evaluación una dimensión en la que se comparta tanto
las iniciativas como las responsabilidades. En este proceso deberían estar
involucradas todas aquellas personas que les toque decidir como aquellas que
les afecta las decisiones tomadas. Y entre ellos exista una dialogada
comunicación.
Con
la evaluación de centros se pretende que se generen las organizaciones más
participativas e intenten aprende mediante la colaboración y el desarrollo de
canales más fluidos y menos jerarquizados.
La
evaluación formativa se ha convertido en una estrategia para la mejora del
sistema educativo y sus finalidades son:
- Diagnóstica, para
conocer el estado de los diferentes elementos del centro escolar, sus
interrelaciones y el funcionamiento.
-
Identificar
puntos débiles y puntos fuertes para la mejora.
-
Controlar y con
ello determinar si el centro, programa o servicio ha conseguido los fines.
- Acreditación por
parte de una entidad externa y evalué si el centro cumple los requisitos
necesarios para entregarle el reconocimiento de que se trate.
El Plan de Evaluación de Centros Docentes no
universitarios, conocido como Plan EVA, pretende <<favorecer la calidad
de la enseñanza a través de la mejora de la organización y funcionamiento de
los centros>>.
6.4 Currículum
La evaluación del currículum se hace necesario
porque estima aspectos sociales, institucionales y personales; una vez
analizados se podrá contextualizar y proponer los procesos de mejora. Aunque
las diversas concepciones sobre el currículum puede dar distintas
interpretaciones para su evaluación.
Una evaluación que pretenda generar decisiones
posteriores razonadas no debe dejar a un lado el análisis de todos los factores
que compone el currículum (contexto socioeconómico del alumno o nivel de
cualificación de los docentes).
Si la comunidad educativa pretende el
desarrollo del proceso curricular debe plantearse unos objetivos y procesos de
desarrollo.
La
Unión Europea ha integrado junto con los objetivos, contenidos, métodos
pedagógicos y criterios de evaluación de cada una de las enseñanzas, unas
competencias básicas necesarias para el aprendizaje de las personas a lo largo
de la vida y ha animado a los estados miembros a dirigir sus políticas
educativas en esa dirección. El Programa para la evaluación internacional de
los alumnos PISA denomina a las competencias básicas como la aplicación de
conocimientos adquiridos a las tareas y retos cotidianos y a los entornos extraescolares,
previa valoración de distintas opciones y toma de decisiones. Para evaluar las
competencias se debe partir de los criterios de evaluación establecidos en los
diseños curriculares.
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