Los
epistemológicos han centrado su atención principalmente en los modelos
cuantitativos y los modelos cualitativos. Cada uno de ellos se fundamenta en
dos paradigmas diferentes.
Los
modelos cuantitativos se centran en evaluar los logros de los objetivos, interesados en conocer los
rendimientos académicos sin tener en cuenta el proceso desarrollado hasta
llegar a ellos.

A
continuación describiremos algunas de las características esenciales de los dos
modelos por separados aunque debemos saber que en muchos de los problemas de la
evaluación pueden complementarse.
5.1 Modelos cuantitativos
Dado
el desarrollo de perspectivas cuantitativas y el paradigma tecnológico, podemos
diferenciar varios modelos de evaluación:
1)
El modelo de evaluación por objetivos de
comportamiento. Este modelo
consiste en evaluar el grado de relación que existe entre el comportamiento de un alumno y los
objetivos establecidos en el programa. Aunque es el modelo más conocido también
es el más criticado porque los comportamientos de los alumnos son debidos a
procesos internos complejos que no se pueden identificar con sus simples
manifestaciones.
2)
El modelo de evaluación como información para
la <<toma de decisiones>>.
Stuffebeam (1971) se centra en este modelo de evaluación. Este considera que la
función del evaluador es proporcionar información útil para el alumno y de esta
forma diseñar la evaluación como <<el proceso de diseñar, obtener y
proporcionar información útil para juzgar alternativas de decisión>>.
5.2 Modelos cualitativos
La evaluación cualitativa se ha definido
también como:
1) Interpretativa. Interesada por los diferentes
significados que son interpretados posteriormente por la observación y la voz
(narración) de los agentes o actores.
2) Naturalista. Intenta recoger los fenómenos tal
como ocurren.
3) Fenomenología. Trata de recoger información a
través de experiencia vividas en primera persona.
4) Descriptiva. Realiza una descripción detallada
de los hechos tal y como han ocurrido.
Según
Bolivar (1998) la evaluación cualitativa presenta las siguientes
características:
-
Se interesa por
los procesos más que por los resultados.
-
Comprende en el
momento evaluado las acciones humanas, los valores, creencias, etc.
-
No juzga al
alumno por el cumplimiento de los objetivos sino por los progresos logrados.
A
modo de resumen podemos decir que la función principal de la evaluación es
proporcionar información acerca de la práctica docente, posibilitar la
reflexión sobre ella, diagnosticas el grado de desarrollo del alumno,
comprender cada ideología, etc.
Los modelos cualitativos que se han originado
son:
a)
Modelos basados en la negociación
(<<políticos o democráticos>>)
Estos
nuevos modelos suponen un cambio muy importante porque pasamos de evaluaciones
basadas en el rendimiento a otras basadas en el diálogo. Por lo tanto es un
reto tanto para los estudiantes como para los docentes porque han de descubrir
que la razón de ser de la evaluación es aportar conocimientos elaborado para
proyectar las mejoras pertinentes en las instituciones formativas (Medina,
1998).
El
evaluador debe desarrollar la orientación y la promoción a través del diálogo,
la búsqueda y el análisis, actitud neutra y la parte constructiva en los
diálogos educativos. La evaluación debe de ser la base para el diálogo en vez
de ser una fuente de jerarquización y juicios rigurosos.
Con
estas características son participes varios submodelos: la evaluación <<respondiente>>,
la <<iluminativa>>, la <<democrática>> y el
<<estudio de casos>>. Todos ellos surgen de los contextos en los
que predomina la negociación entre los evaluadores, decisores y participantes
que intervienen en las situaciones de enseñanza.
La
<<Evaluación respondiente>> desarrollada por el norteamericano R.
Stake pretende desarrollar un sistema de evaluación lo mejor posible la
complejidad de las situaciones escolares, pero para ello da el papel a los
participantes de analistas de sus propias situaciones. Esto implica que ocurra
una pérdida de los datos observados.
El
modelo propuesto por Parlett y Hamilton, <<evaluación
iluminativa>>, es muy parecido a los modelos cuantitativos y se centra en
la recogida de información más que en la toma de decisiones. Su finalidad es
proporcionar un punto de vista comprensivo de la realidad que rodea al hecho
evaluado, su tarea es <<iluminar>>.
b)
El modelo de <<evaluación
democrática>>
MacDonald
propuso este modelo y se sitúa en el marco de una visión naturalista de la
realidad. Apoya la idea de que para conocer la realidad hay que integrarse en
el contexto de los acontecimientos y conocer las interpretaciones que han dado
los participantes. Tanto las fuentes de datos como los destinatarios de los
informes son todos los que participan en el programa y, por lo tanto, el modelo
de evaluación tiene que ser democrático.
c)
El modelo de evaluación basado en la crítica
artística
Propuesto
por E. Eisner plantea la enseñanza como un arte y el profesor como un artista
quien se apoya en el currículum entendido como una realidad cultural que
encarna normas y reglas implícitas de la cultura. La evaluación del currículum
se basa en una crítica a partir de la interpretación y comprensión del
contexto, de los símbolos, reglas y tradiciones de los que participan. El
evaluador ejerce la labor de desvelar la calidad de las situaciones
curriculares cuando se transforman en intenciones y realidades. A ellas se
llega mediante instrumentos de carácter descriptivo (referencias directas de
las intervenciones de los participantes, profesores y alumnos, etc.) o de
carácter interpretativo (buscando significados más allá de lo observable o
interacciones complejas e implícitas).
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