miércoles, 23 de mayo de 2012

7.3 Instrumentos de evaluación en Educación post – obligatoria:


La evaluación de la institución universitaria, como cualquier otro tipo de organización; puede ser observada desde diversas perspectivas teóricas y metodológicas. La aproximación  más común en estructurar esta evaluación según las actividades de producción propias de esta organización, a saber: docencia, investigación y servicios que ofrece. Es lógico, por tanto que se aborde prioritariamente la evaluación de la docencia como unidad de producción de la institución universitaria bien desde una perspectiva interna o externa, es decir analizando los resultados de dichos procesos en función de sus costos.

La evaluación de la docencia universitaria es una tarea compleja, es una actividad infravalorada, ya que la mayor parte de las veces se ejerce por obligación y de manera rutinaria. La búsqueda de modelos y estrategias para evaluar la calidad de la enseñanza superior constituye una de las líneas más solidas de investigación educativa actual.

La evaluación en base a indicadores y a un sistema de expertos, no debe entenderse como modelos antagónicos, dado que, en la práctica, son las normas de referencia sobre la calidad de la enseñanza las que definitivamente configuran la evaluación.

Es esta por la razón por la que, antes de cualquier otro planteamiento sobre evaluación, debemos determinar los criterios e indicadores que vamos a utilizar.

Un criterio de evaluación es un objetivo de calidad respecto al cual puede ser valorado un determinado proceso. Toda institución educativa, necesita replantear y revisar constantemente sus fines, estructuras y normas de funcionamiento, no solo para obtener mejores resultados, sino también para que sus objetivos se adapten a las necesidades sociales. Los criterios deben explicar las normas que permiten establecer la valoración de los distintos aspectos que se someten a evaluación.

Una vez establecido los criterios de evaluación procede seleccionar los indicadores a través de los cuales vamos a obtener información perteneciente en relación con el fenómeno que constituye objeto de evaluación.

La selección de los indicadores a través de los cuales vamos a evaluar un objetivo reclama tener presente diversos aspectos a fin de que los datos que obtengamos pueden utilizarse de forma comparativa. Implica los siguientes pasos: a) seleccionar las variables que vamos a observar sobre cada una de las dimensiones, b) determinar el tipo de medida u observación –cuantitativa o cualitativa- que se va a efectuar, c) establecer la modalidad o sistema que se considera más apropiado para efectuar esta observación y recogidas de datos, d) realizar el proceso de valoración de los datos obtenidos en función de las normas explícitas en los criterios o establecer los acuerdos intersubjetivos necesarios para ello, y e) de terminar la naturaleza y el valor de las medidas obtenidas a través de la evaluación.

El contexto de las instituciones universitaria evaluación que no tenga en cuenta las diferencias entre las Universidades  anula buena parte de la evaluación y falsea todo proceso comparativo. De ahí que necesariamente toda evaluación deba contextualizarse.

Los títulos y cursos que se imparten en una Universidad concreta constituyen la oferta docente que dicha Universidad ofrece. Dicha oferta se hace además con una finalidad específica y de una manera concreta que se plasma en los planes de estudio. En la medida que las Universidades tienen autonomía pueden elaborar los planes relativos a títulos nacionales e igualmente diseñar títulos y cursos propios (postgrado, máster, especialización, etc) de acuerdo con normas establecidas al efecto.

Una vez que se han decidido las enseñanzas a impartir, las Universidades establecen una serie de procesos y actividades a fin de que éstas puedan llevarse a efecto. De manera sintética se puede resumir las tareas a realizar durante esta fase en las siguientes: organización de la docencia, elaboración de los programas, realización de la actividad  docente en las clases y otras actividades académicas fuera del aula.

Finalmente la docencia universitaria debe ser evaluada a partir de sus resultados. Son los productos los que en definitiva dictaminan la política de docencia que lleva a cabo una universidad. La dificultad radica en determinar cuáles son los productos dada la diversidad de objetivos y filosofías educativas que subyacen tras los planes de estudio. En una primera aproximación se puede establecer una clasificación entre los resultados observados a través de los alumnos y los resultados a nivel institucional.

La evaluación de los resultados en función de los alumnos habitualmente toma como criterio el rendimiento académico. La mayoría de los estudios al respecto utiliza las calificaciones como indicador de progresos académicos que el alumno adquiere a través del proceso de docencia tanto a lo largo de los estudios como al final de los mismos. Otros trabajos utilizan un criterio de rendimiento a largo plazo con el fin de estimar la influencia que los resultados en determinadas enseñanzas tiene sobre la vida laborar y social del individuo.

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